IRU, mi otra historia de amor...

Hoy, hace siete años, ( cómo pasa el tiempo...! ), el 25 de Noviembre de 2005, llegaste a casa.
Llegaste abriendo puertas, para quedarte. Abriste las puertas de casa y las puertas de nuestro corazón para acurrucarte en él y vivir tranquilo, cómo merecías.
Te recuerdo recién llegado, sucio, muy sucio. Después de una larga noche de viaje dentro de una jaula... Caca, pis, vómito...traías un completo encima,... ¡Dios que mal olías...!  Y te vi allí plantado, en medio de la cocina ( yo no estaba cuando llegaste ), con tus patas kilométricas, tu cara de niño malo, tu expresión tan vivaz, tan, tan guapo... Sin miedo, pero muy asustado por no entender que había pasado en tu vida de la noche al día. Y porque se te concedió una distinción, de repente empazaste a ser IRU. Algo tan sencillo como un nombre, algo que nadie se había dignado a ponerte en tus seis meses de vida, despreciando la constancia de que eras un ser vivo, y que te merecías un nombre.
Tu eres una de mis historias de amor. El que plantó en mi corazón la semilla de amor galguil. Tu abriste nuestros ojos a un mundo que por entonces nos resultaba desconocido, el sufrido mundo de los galgos...
Te quiero tanto que a veces me duele pensar que ya tienes siete años y medio y ¡que el tiempo pasa tan rápido...!
Eres tan especial, que no se como definirte. Eres el galgo mas gruñón y con mas mala leche que conozco, pero hace tiempo que aprendimos a respetarte y a quererte tal como eres. Quien te conoce sabe que eres así.
Quiero dedicarte este pequeño homenaje para celebrar tu séptimo aniversario en casa, y decirte que aunque hemos pasado muchos malos momentos juntos, aquí estamos, y que todo se nos queda pequeño...
Que van siete años peleando juntos muy duro, pero aquí estamos y que seguiremos estando.

Feliz aniversario en casa...Mi IRU, mi otra historia de amor...



6 comentarios:

Melito dijo...

Iru colega,FELICIDADES por esta vida tan hermosa,por esta segunda oportunidad,por esta familia tan maravillosa,que tienes.Felicidades Iru!

Jose bulnes dijo...

Precioso Juana, me ha gustado muchísimo de verdad.
IRU tio que suerte has tenido amigo.

Alberto el de las galgas dijo...

¡Precioso! Precioso el texto y esa foto. Siempre me emociona el pensar en lo queridos que son estos galgos por nosotros, desde el mismo momento que llegan a casa e incluso antes de conocerlos, pues ya desde que tenemos constancia cierta de que llegarán a nosotros, aún sin haberlos visto, ya les amamos. Yo me enteré de la existencia de Lolita un martes y pedí que me la dieran, me dijeron que lo harían el lunes siguiente, yo dije que no podría, ni de coña, esperar tantos días, si ya era mía, la quería junto a mi, ya. Me la dieron al día siguiente :) Mientras, con otros muchos, muchísimos galgos, demasiados, nadie les muestra ningún cariño, nadie llega quererles y lo que es peor, son despreciados, maltratados y asesinados. Los nuestros han sido tremendamente afortunados. Y nosotros poseemos la suficiente humildad y amor como para saberlos apreciar en su justa medida, que es enorme.

Anoche me dormí con la cara de Lolita junto a la mía y agarrándole una de sus manitas y pensé que era el mejor momento del día, sentir su calor, su respiración y lo plácida que se sentía. Hay tantos que viven existencias tan opuestas, que rompe el alma pensarlo. Lolita ya tiene 9 años y eso me asusta.

Muchos besos.

Covilandia - LuayPompeya Galgas dijo...

Felicidades Iru, por ser afortunado y por hacer afortunada a tu familia humana.
Todos los cuidados que les damos en forma de comida, paseos y sofás con manta no son nada en comparación con lo que nos dan ellos, son tan especiales...
Yo acabo de dormir la siesta en el sofá con Pompeya y no me podía mover, pero estaba tan calentita!!
Que Iru y todos nuestros perros duren mil años, por favor!

Gema dijo...

¡¡Felicidades, Iru!!
Me ha gustado especialmente esa descripción del momento en el que llegaste a casa, me ha hecho pensar en que yo también recuerdo la llegada de cada uno de mis gatos como si fuese ayer, y me emociono al recordarlo... Aunque oliesen mal, aunque estuviesen sucios y desorientados, son momentos que nos hacen sonreír y que nunca olvidaremos gracias a todo lo bueno que nos dan cada día ;)

Noeperez dijo...

Que bonito!!!Felicidades a vosotros, y enhorabuena a Iru por cruzarse en vuestro camino, y ser y haceros tan felices un abrazo enorme

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