Sólo era un "puto" perro...

Hoy estamos tristes, muy tristes. Juana nos ha contado una historia terrible que pasó en un sitio muy lejos de nuestra casa. En un lugar muy grande que se llama Madrid, una galguina como yo, no se sabe de que manera se ha colado en los túneles del metro. Nos explica qué es el metro: un agujero debajo del suelo por el que pisamos, por el que pasan unos grandes trenes a mucha velocidad... A mí me da mucho miedo pensar en ese sitio porque sé lo que es un tren. Cuando paseamos por la ría, a veces pasan más allá de la valla que nos separa y es tanto su poder que tiembla hasta el suelo. Y sé, que uno de esos trenes se llevó la vida de un galguín en Avilés no hace mucho tiempo.
Yo, me imagino que eso del metro tiene que ser algo terrorífico, oscuro y frío... y como debe de ser igual que una ratonera, la perrina se perdió. Me la imagino sola y aterrorizada cada vez que uno de esos monstruos de acero silbaban rozándole la piel... Me la imagino pasando mucho frío y sufriendo por sed y un hambre espantosa durante mas de tres días... (por Dios... más de tres días. Una eternidad de sufrimiento y miedo), sin que se permitiera salvarla.
Porque claro, alguien dijo que no se podía parar el tráfico del metro por un "puto" perro...
No sé que significa eso de "puto", pero percibo tanto desprecio...
¿Porqué? ¿Porque hay gente que piensa que nuestra vida no vale nada...? ¿No os acordáis que estamos con vosotros desde el principio de los tiempos...? ¿No os hemos servido desde entonces con nuestro corazón, nuestra alma y nuestro cuerpo...? Sois seres de memoria floja los humanos, si... No merecéis el amor incondicional que nosotros os brindamos desinteresadamente. Sólo queremos contar para vosotros, y desgraciadamente muchos de nosotros solo estamos destinados a ser carne de cañón porque vosotros con vuestra indiferencia lo decidís así.
Estoy triste, muy triste, porque no creo que fuera un "puto" perro, no, era un perro, simplemente. Un perro al que "alguien" no quiso ayudar. Ella querría vivir, de eso estoy segura. Pero alguien le importó muy poco su vida, alguien con corazón de corcho.
Era una vida preciosa, preciosa y valiosa, que no merecía una tortura tan terrible durante mas de tres días para acabar de una manera tan atroz. La indiferencia mata... ¡por Dios que si mata!
Espero que tu muerte no haya sido en vano, galguina sin nombre. Nosotros te prometemos una larga memoria.

MARTINA



Que encuentres la paz

2 comentarios:

Gema dijo...

Cuando me enteré de esta historia la seguí con los pelos de punta y el alma en vilo, pero aún conservaba la esperanza de que terminase bien. En varias redes sociales se publicó un vídeo en el que se la veía correr pero no quise verlo porque sufro muuuucho con este tipo de imágenes. Ayer, mientras estaba puesto el telediario, no pude evitar ver y oir a la galguita por el metro. Su aullido no se me va de la cabeza...

Noeperez dijo...

Increible, contado por vosotros siempre poneis palabras a los sentimientos, he seguido esta noticia lo he leido por facebook y por demas paginas, pero a la hora de escribir me quedaba paralizada no sabia que decir, un lo siento estoy triste no me parece suficiente, y por ello no he sido capaz de escribir nada sobre ello estos ultimos dias porque simplemente un lo siento preciosa, no me basta.

un abrazo , y que el cielo arrope a esta perrina

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