Por que lo llaman amor...???

Buff, qué mala temporada estoy pasando... Sufro de amores. Con seis añazos que tengo nunca me había pasao tal cosa.
De repente, dejo de comer, dejo de dormir, no paro de llorar y de silbar por la nariz... me paso el día entero mirando por la ventana... sufro intensamente. Me ponen el comedero con mi ración de pienso y miro pa otro lao mientras pienso... ¡qué asco, comida! Sufro tanto, tanto, que me quedé otra vez cual raspa de sardina, cual radiografía de un silbido. Mientras yo adelgazo, Martina engorda al mismo ritmo; porque esta elementa con cara de inocencia perpetua no pierde una. Me ve así, desganao pa todo y en vez de darle un poco de pena, me controla, come lo suyo como una "afogada" y acto seguido, viene corriendo pa mi plato a pillar todo lo que pueda.
Después de unos cuántos días de sufrimiento continuo, encontramos el motivo. Nuestro vecino tiene ahora una perrina que es la causa de mis desvelos. Cuando salgo a la calle, lamo el suelo por donde pisa mi amada. Si siento que la puerta de su casa se abre, yo me acerco a la puerta de la mía pa ver si puedo salir detrás de ella, y como no puedo, lloro amargamente. El otro día me crucé con su amo en el portal y le lamí los pantalones de arriba abajo, mientras todos se reían..., ¿pero es que no ven cómo sufro? Los pantalones desde luego no creo que necesite lavarlos en una temporada, porque con el almidón que yo les dí le quedan protegidos de la suciedad. ¡Qué bien olían... qué bien sabían, Diosss!
Total, que viendo mi sufrimiento y visto que ya era igual que una radiografía, visita a Juanjo. ¡Les dice de quitarme las pelotillas! ¡Ay madre, no se qué son las pelotillas, pero no me gusta, me suena muy, pero que muy mal! Quedan en pasar el verano y que si para el otoño vuelvo a sufrir de estos ardores... ¡zaca!, me quedo sin ellas. Menos mal que quedaron pa dentro de unos meses, que no me apetece a mi saber nada de esta novedosa experiencia.
¡Que se nos enamoró el Iru, dice Juana...! ¡Que amor ni que gaitas...! Yo solo quiero darle un gustito al cuerpo, ¡vidilla, vidilla!... y con la pavisosa de Martina, que no huele a nada, pero a nada de nada, no hay ná que hacer. Y mira que me empeñé de la que vino en buscarle un olor apetecible... pues nada que no se lo encontré por ningún lao.
Menos mal que los ardores del amor ya se me están pasando, ya voy comiendo bastante bien y vuelvo a ser quién soy, el macarra de la mala leche.
¡Temblad, machitos...!, que si es el último verano que me queda con pelotillas, me vais a oir... os aburriré y os gruñiré mas que nunca, porque posiblemente el año que viene, seré "Iru il castrati" y ya os ladraré en tono agudo.
Por si acaso, iré ensayando a ver si me quieren para cantar ópera en La Scala o El Liceo. Y si me apuran mucho... para perro cantor de Viena.

Kaiser

Después de un tiempín sin escribir nada de nada ( pero no sin pasar por aquí muy a menudo para difundir todo lo que se pudiera ), aquí estamos de nuevo para invitaros a todos los que os pasáis por aquí, que visitéis este blog; la ocasión lo merece.


Os pedimos cinco minutinos para pasaros por él, y que conozcáis a Kaiser. Es un señor galgo, un bellezón de tomo y lomo. Busca familia y está en Asturias en casa de Jose y Mila. Necesita una familia que le proporcione estabilidad y mucho, mucho amor. Seguro que ahí afuera hay alguien maravilloso destinado a él. Seguro. Animaros a conocerlo. Pasaros por el blog, encontraréis una muy bonita historia y unas fotos espectaculares.

Gracias. El también os lo agradecerá.

Seguidores