Martina


Yo, soy Martina, la Mari Maru (diminutivo cariñoso de María Marujina).
Ahora, me toca a mí. Soy... Pues eso , una Marujina. Porque estoy siempre pendiente de todo y de todos. No pierdo detalle, lo controlo todo, todo; y es que me desvivo por agradar.
Me encanta la gente (toda), siempre busco la mano que acaricie, y salto y salto como una loca cada vez que me tropiezo con cualquier otro perrín de lo contenta que me pongo. Me encanta saludar a todo bicho viviente, porque soy la alegría pura y dura, aunque esté mal que yo lo diga.
De mi vida anterior a la que disfruto ahora recuerdo mas bién poco. Me acuerdo que estuve viviendo en casa de Rafa dónde a golpe de cariño y atenciones aprendí a disfrutar de la vida y de esta alegría que llevo dentro. Allí me quisieron y me cuidaron para que yo fuera un perrín normal y sin miedos.
Antes de esto... Nada reseñable. Creo que me rescataron de un vertedero.
Un día, me subí con Rafa en el coche e hicimos un viaje muy, muy largo... Y cuándo el viaje se terminó, allí al final de aquel parque estaban ellos: mi familia definitiva y mi compañero actual de aventuras, Iru.
Desde el primer día me esforcé mucho por agradarles y por demostrarles que soy una perrina buena, obediente y limpia.
Para demostrárles que tengo muchas ganas de aprender, miro mucho a Iru y le imito en todo lo que puedo. Si el se levanta, yo me levanto; si el se echa, yo también, y si el pide algo con la pata, por supuesto yo también, porque el tiene mucha experiencia, y si el lo hace, bién hecho está.
Los quiero, los quiero a todos mucho, muchísimo... Son MI FAMILIA. Me dan tranquilidad y confianza. Cuando por la noche cierro los ojos en mi colchón, duermo tranquila, porque sé que ellos están ahí y tengo la certeza de que van a estar siempre ahí.
Ya no paso frío, ya no paso sed ni hambre, y lo más importante... Ya no estoy sola.
Simplemente vivo y disfruto. Ah, y juego mucho. Se me olvidaba deciros, solo tengo un año.
Es cálida y agradable la felicidad... Porque supongo que esto es FELICIDAD.

Lametones para todos.

Iru y familia


Soy Iru. Soy un galgo ESPAÑOL (lo pongo con mayúsculas, que se vea bién, sobre todo ahora que lo español está de moda). Tengo cinco años, soy atigrado y grandón... Pero de mi ya os hablaré otro día. Por el momento os voy a presentar a todos los miembros de mi familia. Mi familia, sí, porque uno se siente parte de una familia cuando es querido y respetado y esto es mutuo con el resto de las partes.
Empiezo por los grandes:
Alberto: Es para mí, sin duda alguna ese que Cesar Millán llama el líder de la manada. Al que yo más quiero, pero con diferencia. Por él, soy capaz de hacer cualquier cosa. Me da mucha, pero mucha cancha.
Por más que Juana se enfade, yo lo quiero mas a él, más que a nadie en el mundo. Y creo que a Martina le pasa lo mismo que a mí. Luego le pregunto y ya os lo diré otro día..., o mejor que ella misma os lo cuente cuando le toque hablar.
Luego, está Juana, la del pelo blanco y que me presta las palabras para que vosotros me entendáis. A ella también la quiero, pero de manera diferente. Ella siempre está ahí. Es la que pasa casi todo el día con nosotros. La que nos da de comer (cuándo llega este momento, si que la queremos, sí), la que nos prepara las camas, la que está pendiente de nuestra salud, sobre todo de la mía (por algo mi sobrenombre es EL PUPAS)... Es la que nos dice a voces cómo si fuéramos sordos : ¡Ay, mis perrinos, que son los más guapos del mundo...! Y yo no me creo que sea verdad, pero tal y cómo nos lo dice, claro que nos sentimos los más guapos. ¡No hay nada cómo el autoconvencimiento!
Después está Claudia. Ella es un poco dificil de describir. Sólo diré que es una adolescente...¡ que más se puede decir...! Eso sí, tengo que agradecerle el estar aquí. Ella lloró, lloró y lloró hasta dejarse los ojos secos de lágrimas pidiendo tener un perro en casa.
Tiene arrebatos de amor conmigo; y a veces me espachurra y me da besos hasta casi dejarme sin respiración. A Martina la espachurra menos, debe ser que es más enclenque que yo, que soy un jabato. Lo que si observo es que con ella se ríe mucho... La verdad es que la entiendo porque Martina hace unas cosas que son la monda. Ya lo iréis viendo.
Y ahora le toca a Alberto el pequeño. De éste... ¡Qué voy a contar!. Es el niño, o sea, "el cachorrón" de la familia, y el que conoce a un cachorro sabe que son todos iguales. Es el tocapelotas que cuándo estoy durmiendo viene en un arranque de amor ciego y me despierta a besos. Yo, que soy un adulto me lo tomo con toda la paciencia que puedo porque sé lo que es un niño...pero a veces me apetece echarle un gruñido y me contengo porque lo quiero mucho. Ahora, desde que llegó Martina, los espachurrones son compartidos, o sea, que toco a menos y me deja vivir un poco más.
Y por último, y no por eso menos importante, Martina, "la galguina piquiñina", cómo la llama Juana. Yo creo que mejor la llamaba Martina la loca, porque me parece que está un poco chiflada. Siempre está contenta y con ganas de jugar. Ella es la "ALEGRIA"con mayúsculas, más feliz que una perdiz, siempre contenta y super super buena y obediente.
No lo voy a negar, a mi, al principio no me hizo ni pizca de gracia el tener que compartir mi familia, mis cosas y mis juguetes con ella ( mi peluche bulldog no tiene ya ni ojos ni nariz porque la doña se los ha arrancado, así a la brava, sin dolor alguno ni cargo de conciencia por su parte ), pero ahora nos queremos un montón y yo le perdono estas pequeñas cosas, porque cuándo nos quedamos solos -que pasa pocas veces- nos hacemos compañía y así el tiempo se nos hace más corto.
Espero mejorar mi estilo literario que cómo veis no es muy depurado. Entenderme, yo pongo todo el empeño...pero sólo soy un perro.

Y ahora, después de este intenso esfuerzo intelectual, me voy a dormir la siesta que es muy productiva, y relajante.

Otro día, más y mejor.

Saludos...y ...
¡¡¡GUAU!!!para todos.

Declaración de intenciones

Hola a todos los que paséis por aquí, ya sea de forma fortuíta, ya sea porque nos conoceis.
Este blog nace únicamente con la sana intención de desmitificar en la medida que nos sea posible la figura del galgo, tan vilipendiada por tantos y tantos.
Intentaremos que los conozcáis desde otra perspectiva que no es la habitual en este país nuestro. Os los vamos a mostrar como los perfectos animales de compañía que son. Como los perros con los que vivir en un piso y con los que compartir momentos inolvidables todos juntos.
Vamos a dejar que ellos mismos os cuenten su vida, prestándoles palabras a sus pensamientos. Intentaremos ordenar las cosas cronológicamente lo mejor que recordemos.
A partir de aquí ellos serán los que hablen por nuestra boca y os cuenten sus cosas, sus experiencias vividas y sus historietas.

Ahora, nosotros pasamos a un segundo plano y les cedemos la palabra.....

Iru y Martina.





Estos son Iru y Martina, ya los iréis conociendo poco a poco.

Experimento.

Estamos probando cómo funciona ésto. Iremos poco a poco, pero lo lograremos. Prometemos esforzarnos mucho.

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